Si tienes factores de riesgo conocidos para enfermedades cardíacas, como hipertensión arterial, colesterol elevado, diabetes, tabaquismo o antecedentes familiares de enfermedades cardíacas prematuras, es importante que te sometas a una evaluación cardiológica regular. Tu médico puede recomendarte la frecuencia adecuada para estas visitas.

A medida que envejeces, el riesgo de enfermedades cardíacas tiende a aumentar. Los hombres a menudo presentan un mayor riesgo a una edad más temprana que las mujeres. Los hombres pueden considerar consultar a un cardiólogo a partir de los 45 años, mientras que las mujeres pueden hacerlo a partir de los 55 años. Estas edades son solo pautas generales; tu médico puede adaptarlas según tu situación específica.

Si experimentas síntomas relacionados con el corazón, como dolor en el pecho, falta de aliento, palpitaciones, mareos o fatiga inusual, es importante que consultes a un cardiólogo de inmediato, independientemente de tu edad. Estos síntomas podrían indicar un problema cardíaco que requiere atención médica inmediata.

Si ya tienes una enfermedad cardíaca diagnosticada o estás recibiendo tratamiento para una afección cardíaca, es probable que necesites visitar a tu cardiólogo de manera regular para monitorear tu salud y ajustar tu plan de tratamiento según sea necesario.